Somos Abel Guzmán Domínguez y Miguel Carrera Troyano y queremos compartir la pasión que sentimos por la biodanza y el crecimiento personal
martes, 31 de diciembre de 2013
miércoles, 27 de noviembre de 2013
Comprometido con el crecimiento personal
Hace ya unos años en que tengo un compromiso firme con el
crecimiento personal, con el cambio y la biodanza es un poderoso instrumento de
transformación. Algunas personas se sorprenden cuando se enteran de que soy
monitor de biodanza, pero los que me conocen bien saben que soy una persona
inquieta que siempre ha hecho las cosas con convicción.
He sentido esa necesidad de transformación porque ha habido
un momento en que me di cuenta de que mi vida no iba por buen camino. Creo que
he vivido una verdadera adicción al trabajo. Durante muchos años busqué en mi
trabajo (en la UCM ,
en la UIMP , en la USAL y dentro de ella en el
Instituto de Iberoamérica) la satisfacción que no encontraba en mi vida. En
esos años he trabajado mucho, ahora creo que demasiado, e intenté aportar lo
mejor de mí a esos proyectos. Hoy sé que buscaba en esa adicción llenar mis
carencias y la aprobación de mis colegas, amigos y familia y su reconocimiento.
Pero el trabajo no me pudo dar lo que yo necesitaba (quizás porque ni siquiera sabía
lo que necesitaba) y más bien pasé años tomando anxiolíticos y antidepresivos.
Comencé en 2009 un proceso de cambio, a veces muy lento, a
veces con retrocesos, buscando más espacio para mi vida personal, conciliando
mi trabajo (que me sigue gustando mucho) con mi vida. En este proceso me han
ayudado muchas técnicas y muchas personas, empezando con los masajes TNDR de
Carlos Hernández y empujado por él llegué a las clases de yoga de Paco, a la
homeopatía, al EFT y también al BSFF. En ese proceso comencé terapia con Maura
Durán que es una excelente psicóloga, además de profesora de kundalini yoga. Fue
el BSFF el que me condujo a Libertad Emocional y ahí Paco Vinagre y Abel Guzmán
han sido mis terapeutas y me han ayudado mucho a entenderme y a ser más libre.
Últimamente también me está tratando Rosalía Juanes con Flores de Bach y Masaje
Metamórfico, he hecho bioenergética con Carlos Hernández y estoy fascinado con
las lecturas y meditaciones de Deepak Chopra y con el poder del ahora de Eckhart
Tolle.
Ahora estoy comprometido en esta búsqueda de
auto-conocimiento y crecimiento personal y siento que estoy avanzando mucho y
que me entiendo cada vez mejor, que tengo más paz dentro, que soy más feliz y
que voy a poder seguir avanzando con este proceso y la biodanza ha sido un
enorme descubrimiento. Biodanza añade el movimiento y la atención al cuerpo y a
su movimiento en mi trabajo. Es impresionante cómo nuestras emociones y
nuestros problemas se quedan grabados en nuestro cuerpo y condicionan la manera
en que nos movemos y se convierten en problemas físicos. La biodanza es la
herramienta ideal para liberar todas estas emociones y mejorar mi vida y lo
hace de una manera increíblemente divertida y sencilla. La biodanza me ayuda a
conectar con mi parte más intuitiva, con mi parte inconsciente, con el niño que
tengo dentro y que necesita afecto y está aportando a mi vida (tanto en lo
consciente como en lo insconsciente) un montón de nuevas y positivas vivencias
que me reconcilian con la vida, con mi pasado, conmigo mismo y con los demás.
Por eso practico biodanza y me he formado como monitor de introducción a la
biodanza y sigo formándome para ser un buen profesor de biodanza y que la
biodanza siga ayudándome a ser más libre y más feliz.
miércoles, 13 de noviembre de 2013
miércoles, 6 de noviembre de 2013
¿Qué es Biodanza?
Es
una técnica inventada por el antropólogo chileno, Rolando Toro, que trabajaba en
un psiquiátrico y se dio cuenta de que, con un tipo de música y unos ejercicios
de baile, se producían cambios en los comportamientos de los enfermos (puedes
ver más información en su última entrevista antes de su muerte en este enlace).
Actualmente hay varias escuelas que enseñan
biodanza, yo estoy en el Sistema de Javier de la Sen que fue alumno de Rolando Toro. Por sus
inquietudes y su energía, está haciendo revolucionar la técnica, haciéndola más
accesible y también es más dinámica su forma de extenderla. Él dice que la Biodanza puede cambiar el
mundo y se ha puesto manos a la obra, con su método existe la posibilidad de
que cada semana haya muchos más monitores capaces de realizar clases
magistrales, y yo doy fe de ello.
Para
que una terapia evolucione y se integre fácilmente en la población tiene que
ser fácil de enseñar y practicar y si además es tan divertida como la biodanza
el éxito esta asegurado. Personalmente creo que en unos años será tan popular, al
menos, como el yoga y esperemos que haya tantos tipos de biodanza como de yoga,
eso significaría que la técnica está viva.
Para
mí la biodanza en una especie de teatro vivencial donde hay unas pocas cosas dadas,
como la música y algunos de los ejercicios, y algunas normas y después, todo es
un suceder de acontecimientos iguales que los que pueden suceder en la vida
real.
Por
mi trabajo como terapeuta de Libertad Emocional, sé que el cerebro no distingue
del pasado, futuro o presente, por eso, cuando vemos una película o leemos una
novela podemos sentir las emociones de los personajes. Es por esto que funciona
también la biodanza, porque creamos un clima especial con el grupo, que le da
mucha fuerza a la terapia, por la música, que nos hace entrar en vivencia, y por
las consignas.
El
funcionamiento de la biodanza yo lo entiendo así, al empezar hay músicas con
juegos divertidos y animados que nos recuerdan a cuando éramos niños y jugábamos,
conectándonos con nuestro lado más emocional. Con el movimiento y esos juegos
entramos en vivencia, acompañados por la música. A mitad de la sesión, los
ejercicios se hacen más relajados e introspectivos. En toda la sesión hay
contacto físico, en forma de cogernos de las manos, como lo hacíamos cuando
éramos pequeños de nuestros padres, hermanos, primos o abuelos; también hay
abrazos, besos y caricias. Toda la sesión es tal como tendría que ser nuestra
vida cotidiana y no lo es, para eso está la biodanza.
En
una sesión también pueden venir sensaciones no tan positivas, sino todo lo
contrario, y esto es lo mejor que nos puede pasar, aunque a priori parezca que
es sufrimiento, pues en ese momento estás reviviendo un episodio traumático
recuerda que el celebro no distingue pasado del presente. Pero ahora podemos
darle otra forma a ese episodio, tenemos otra posibilidad de resolver el
problema. Con las consignas, la presencia del grupo y haciéndonos conscientes
de las emociones que nos hacen daño, abrazándolas y dándoles la bienvenida, es
ahí donde se puede producir la resolución del conflicto. Si no se produce ya
sabemos dónde hay que poner el objetivo con otras técnicas, como yo hago con
Libertad Emocional, o cualquier otra que manejemos y que sepamos que nos
funciona.
En
la forma de movernos está nuestra forma de ser y estar en este mundo, si cambia
esta forma de movernos, también cambia nuestra forma de pensar, esto ya está
muy estudiado y comprobado, por ejemplo, en programación neuro-lingüística. No
podemos estar tristes caminando erguidos con la cabeza alta y a buen ritmo,
puedes hacer la prueba. En el movimiento también están enlazadas las emociones,
también esto se estudia en el lenguaje no verbal, tan de moda ahora.
A
veces estamos tan desconectados de nosotros mismos que no nos damos cuenta de
lo que estamos viviendo. Si practicas biodanza de manera regular, hora y media
a la semana, se producen cambios porque
cuando el insconciente recoge información que le hace sentir bien, la integra de
una forma rápida, y a veces los cambios pueden ser tan rápidos que no nos damos
cuenta. Yo creo que para que la biodanza pueda cambiar tu vida, hay que
llevarla a la calle y sentir tu cuerpo y emociones. Ese es mi proceso actual,
ahora camino de forma diferente, pienso de forma diferente y siento la vida de
otra manera.
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